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¿Es suficiente con una revisión en la óptica?

El estudio de la vista de un niño es algo bastante particular. Los niños casi nunca se quejan de problemas de visión. Los niños, sobre todo los pequeños, no colaboran tanto como los adultos, lo que hace que cualquier exploración sea un poco más complicada. Además, el estudio de la vista de un niño no se limita a determinar si necesita gafas, sino que tiene que incluir la evaluación de la colaboración de ambos ojos, de la motilidad y de toda la morfología ocular para asegurarse de que no hay ningún elemento que pueda causar mala visión en un ojo o que suponga un factor de riesgo de desarrollo visual anormal.

Algo indispensable cuando se examina la vista de un niño, además de la exploración física, es aplicar unas gotas que paralizan el enfoque de la mirada del niño, es decir, la acomodación, para determinar si hay una necesidad real y objetiva de gafas. Sin embargo, solo los médicos pueden utilizar esas gotas, por lo que el examen que realiza el óptico puede servir como base para el diagnóstico, pero un examen completo, que sea totalmente concluyente o que lleve a prescribir medidas terapéuticas, solo puede ser realizado por un médico, normalmente un oftalmólogo.